17 de abril de 2011

SUSTANCIAS TÓXICAS DEL TABACO

Escrito por El achicador el 19 de July de 2006 en Medio Ambiente

Si hoy en día un empresario anunciase a bombo y platillo su intención de sacar al mercado un nuevo producto, del que se supiera que contiene infinidad de sustancias nocivas y otras tóxicas, que a medio o largo plazo mataría a quienes lo consumiesen o bien que afectaría seriamente a su organismo, lo más probable es que ese producto ni siquiera llegara al mercado.
Del tabaco sin embargo se sabe que mata, que contamina, que diversos cánceres están asociados a su consumo, que el número de personas que mueren al año por culpa de él se cuentan por millares, y también que en su elaboración se incluyen sustancias tóxicas, que además de matar generan adicción (nicotina) Ahí es dónde debe radicar su éxito, pues como decía al comienzo nadie en su sano juicio se llevaría algo a la boca algo que le va a matar.

Los cigarrillos modernos tienen mucho más que tabaco. Contienen nicotina, una droga altamente adictiva y que se encuentra en forma natural en la planta del tabaco. Esta droga se maneja con mucha precisión para aumentar su adicción, además se mezclan cientos de aditivos que van desde endulzantes hasta compuestos amoniacales, todo esto, casi siempre, sin controles gubernamentales, ni pruebas de laboratorios, reportes o vigilancia.
Aunque las compañías tabacaleras por lo general alegan que muchos de los aditivos que usan están aprobados para el consumo humano, no mencionan que al someterlos a altas temperaturas, las propiedades químicas de los mismos se alteran, haciéndolos en consecuencia, potencialmente tóxicos y /o activos desde el punto de vista farmacológico. Los aditivos tales como el amoníaco, eleva los niveles de ph en el humo del cigarrillo, generando altos niveles de “nicotina libre” la cual puede absorberse más rápidamente en el organismo que la “nicotina confinada Se agregan endulzantes y sabores artificiales de manera tal que enmascaran el desagradable sabor del cigarrillo haciéndolo más agradable para los niños o para los individuos que se inician en su consumo.

Alguno de estos aditivos enmascaran el olor y la visibilidad del humo de segunda mano o humo pasivo. De esta manera ponen en peligro la salud de los no fumadores y socavan los argumentos a favor de leyes que promuevan ambientes cerrados libres del humo del cigarrillo.
El mentol y otros aditivos se usan con la finalidad de adormecer la garganta de forma tal que los fumadores no sientan los efectos irritantes del humo del cigarrillo. Prácticamente la totalidad del consumo actual se realiza mediante la inhalación de la combustión de los productos del tabaco.

En el extremo del cigarrillo que se está quemando se alcanzan temperaturas próximas a los 1000 ºC, lo que transforma numerosos componentes originales de la planta y genera complejas reacciones químicas que dificultan la identificación completa de todas las sustancias que existen o se generan en el proceso de fumar. Hasta ahora se han reconocido cerca de 5.000 elementos químicos tanto en la fase gaseosa como en la sólida o de partículas del humo del tabaco. Es bastante diferente la composición de la corriente principal que aspira el fumador y la secundaria que se escapa del cigarrillo al ambiente. Muchas sustancias nocivas presentes en el humo están más concentradas en esta corriente secundaria (monóxido y dióxido de carbono, amoniaco, benceno, benzopireno, anilina, acroleína y otros muchos), lo que incrementa la toxicidad de la atmósfera que genera. La mayoría de los efectos perniciosos del humo de tabaco, aparte de producir cáncer, se deben a la presencia de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, amoniaco, ácido cianhídrico y acroleína, entre otras sustancias.
Algunos componentes de la fase de partículas del humo del cigarrillo y concentración media por pitillo.

Alquitrán 1-40 mg, Nicotina 1-2.5 mg, Fenol 20-150 mg, Catecol 130-280 mg, Pireno 50-200 mg Benzo, (a) pireno 20-40 mg 2.4, Dimetilfenol 49 mg, m- y p-Cresol 20 mg, p-Etilfenol 18 mg, Sigmasterol 53 mg, Fitosteroles 130 mg, Fuente: Surgeon General, 1979. Algunos componentes de la fase gaseosa del humo del cigarrillo, concentración promedio por cigarrillo: Dióxido de carbono 20-60 mg, Monóxido de carbono 10-20 mg, Metano 1.3 mg,  Acetaldehido 770 mg, Isopreno 582 mg, Acetona 100-600 mg, Cianidina de hidrógeno 240-430 mg,  2-Butanona 80-250 mg, Tolueno 108 mg, Acetonitrilo 120 mg, Acroleína 84 mg, Amoniaco 80 mg, Benceno 67 mg, Nitrobenceno 25 mg. Fuente: Surgeon General, 1979

El monóxido de carbono (CO) constituye del 3 al 6% del humo inhalado. Es un gas que, debido a su afinidad con la hemoglobina de la sangre —que transporta el oxígeno a todas las células de nuestro organismo, desplaza al oxígeno esencial en la respiración y disminuye así la oxigenación celular. Este hecho puede tener efectos muy relevantes sobre todo para el sistema nervioso, el vascular y el corazón. Los otros tóxicos citados son parcialmente responsables de la constricción bronquial, estimulación de la secreción bronquial, tos, disminución de la capacidad que tienen los pulmones de filtrar y limpiar el aire inhalado y otras alteraciones del aparato respiratorio.
La mayor parte de las sustancias presentes en el humo del tabaco causantes del cáncer se encuentran en la fase de partículas. Por ejemplo, el alquitrán es una mezcla de cientos de elementos químicos, en muchos de los cuales se ha demostrado su capacidad para producir tumores malignos.

Se ha comprobado que al menos 20 sustancias químicas componentes del humo del tabaco generan cáncer, si bien faltan muchas por investigar. La nicotina es la sustancia responsable de la mayor parte de los efectos inmediatos del tabaco sobre el organismo y la que le confiere el carácter de potente droga generadora de dependencia. Sus acciones son muy complejas y variables según las personas.
Entre otros efectos, actúa sobre el sistema nervioso central y estimula el centro respiratorio, vasomotor y del vómito; aumenta la frecuencia de los latidos del corazón; incrementa la presión arterial y produce una vasoconstricción de los vasos sanguíneos. Al hacer trabajar más al corazón, acentúa sus necesidades de oxígeno, lo que puede tener repercusiones importantes para el sistema cardiovascular.

La nicotina también facilita la adhesión de las plaquetas de la sangre en los vasos sanguíneos, lo que favorece su obstrucción.
Componentes carcinógenos aislados en la fase de partículas del humo del tabaco Componentes Por cigarrillo -

Iniciadores Benzo (a) pireno 0.01-0.05 Otros HAP 0.3-0.4 Dibenzo (a,j) acridina 0.003-0.01 Otros Aza Arenes 0.01-0.02 Uretano 0.035 - Carcinógenos Pireno 0.05-0.2 Otro HAP 0.5-0.1 1- Metilindoles 0.8 9- Metilcarbazoles 0.14 4.4- Diclorostilbeno 0.5-1.5 Catecol 200-500 Alkilcatecoles 10-30 - Carcinógenos específicos de órgano N’- Nitrosonornicotina 0.14-3.70 4- (N-Metil-N-nitrosamina) 1- (3- piridil)-1- butaceno 0.11-0.42 N’-Nitrosoanatabina +3 Polonio-210 0.03-0.07-pCi Componentes del níquel 0-5.8 Componentes del cadmio 0.01-0.07 B-Naftilamina 0.001-0.002 4-Aminobifeni 0.001-0.002 0-Toluidina 0.16.
Fuente: Surgeon General, 1979.

Componentes tóxicos más importantes en la fase gaseosa y sus concentraciones por cigarrillo.

Dimetilnitrosamina 1-200 mg, Etilmetilnitrosamina 0.1-10 mg, Dietilnitrosamina 0-10 mg, Nitrosopirrolidina 2-42 mg, otras nitrosaminas (4 componentes) 0-20 mg, Hidracina 24-43 mg,  Vinil cloridato 1-16 mg, Uretano 10-35 mg, Formaldehido 18-1400 mg, Ácido cianhídrico 30-200 mg, Acroleína 25-140 mg, Acetaldehido 18-1400 mg, Óxidos de nitrógeno (NO) 10-600 mg,  Amoníaco 10-150 mg,  Piridina 9-93 mg, Monóxido de carbono 2-20 mg,  Acrilonitrilo 3.2-15 mg,  2-Nitropropano 0.73-1.21 mg.

Fuente: Surgeon General, 1979.


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